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domingo, 4 de noviembre de 2012

Qué podemos hacer los padres para ayudar con los deberes.


Si queremos que nuestros hijos disfruten en el colegio y se sientan motivados, es imprescindible organizar bien los deberes en casa. Podemos empezar a crear una actitud positiva hacia las tareas del cole desde que los niños son muy pequeños. La psicóloga infantil Claudia Quiroz nos propone algunas claves.
niño va al cole Cómo organizar los deberes de los niños

Las horas de sueño

El horario de ir a la cama es fundamental, los niños deben dormir un mínimo 8 horas. Si no se puede mermar la atención, motivación, humor, actitud y comportamiento de los hijos.

El rincón de estudio

El lugar de estudio se tiene que diferenciar de los demás espacios para predisponer al niño a estudiar y facilitar la concentración. Por lo tanto, debe ser un lugar sin televisión, sin ordenador, sin música, con luz adecuada, tranquilo y con mínimas distracciones. Lo ideal sería una mesa con sus cuadernos y bolis y nada más.

El horario para hacer los deberes

Desde los 5 años de edad, se puede instaurar un “momento de los deberes”, que vaya incorporándose en casa de manera paulatina, en el que el niño incorpore como algo natural el tener un espacio para hacer actividades concretas (ya sea pintar, leer) que a medida que crezca se irá volviendo más complejo. Este es el cimiento de los futuros hábitos de estudio.

Premios y refuerzos

Además de un horario de hacer los deberes, es importante que haya consecuencias positivas por realizarlos (la valoración verbal y la expresión de emociones positivas de los padres siempre debe estar presente. Pero además, una hora de juego con mamá o papá, o se gana el fin de semana un desayuno con bollos o algo que sugiera el niño, si es realista y asequible para los padres. Nunca se tratará de regalos materiales o premiso excesivos, salvo excepciones). El objetivo es reforzar el esfuerzo y los resultados derivados de éste.
Se pueden acordar “premios” de fin de año, que se dan sólo si se cumplen los acuerdos, ya sean: clase de windsurf en verano, o buceo, o un mp3 nuevo, o cambio de móvil, o nuevo reloj o vacaciones con algún familiar, etc. El premio debe ser realista y no se debe materializar si no se han conseguido los objetivos. El objetivo es que el niño se lo gane, para que aprenda a esforzarse, buscar, conjugar y utilizar unamotivación tanto interior como exterior para sus objetivos. Durante el año escolar los refuerzos y premisos no deben sobrepasar el gran premio final.

La merienda forma parte de los preliminares

Antes de estudiar y hacer los deberes se sugiere que coman algo, beban algo y pasada una hora entre una actividad y otra se pongan a ello, para que sientan que empieza otro momento.

Planifica los momentos de descanso (de toda la familia)

Los momentos de ocio también hay que planificarlos semanalmente para que sea un factor que promueva la motivación. Tanto de padres con hijos, tanto de pareja como individualmente, porque muchas veces los adultos tienden a no desconectar y terminan cansados, tensos y de mal humor, y eso afecta a la relación con los hijos y al estudio.
Definir tiempo concreto frente a la televisión, chat, internet, consola, etc. Y definir y aplicar las consecuencias de no respetar dichos acuerdos. Padres, mantened vuestras palabras independientemente de que os entristezca.

Hacer los deberes no exime de otras responsabilidades

Es importante que los niños ayuden en casa, no pueden estar exentos por tener que hacer deberes o estudiar. Hay que definir tareas sencillas que diariamente se deberían hacer, por ejemplo: hacer su cama, recoger su ropa sucia para la colada, recoger sus libros o sus juguetes.

Cuidado con las actividades extraescolares

En cuanto a las actividades extraescolares, pueden ser muy recomendables, pero si son demasiadas pueden causar estrés a los niños e impedirles descansar como lo necesitan.
Hay que valorarlo con cuidado, porque si el niño está todo el día en el cole y luego sigue con actividades extraescolares, posiblemente llegue a casa con intención de “olvidarse de todo” y no querer hacer deberes ni estudiar.
Fuente: www.serpadres.es

domingo, 21 de octubre de 2012

Juegos para aprender en primaria


Las enseñanzas mínimas de Educación Primaria tienen como finalidad “afianzar el desarrollo personal y bienestar” de los niños, “adquirir las habilidades culturales básicas relativas a la expresión y comprensión oral, a la lectura, a la escritura y al cálculo, así como desarrollar habilidades sociales, hábitos de trabajo y estudio, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad”.
Para ayudarles en la adquisición de las competencias que se consideran básicas en esta etapa, los padres pueden proponerles diversos juegos para realizar entre los miembros de la familia o bien en Internet.
•    Mejorar la expresión oral y la comprensión. Los padres tienen la oportunidad de enseñar a sus hijos sus primeras palabras y son testigos de los avances en la expresión oral. Un aspecto importante en este contexto es la comprensión de la realidad. Un juego muy sencillo consiste en pedir a los niños que expliquen algo que hayan hecho durante el día o algo divertido que les haya ocurrido. La página web Childtopia recopila además una serie de cuentos para que los pequeños escuchen y respondan luego a diversas preguntas acerca de los mismos.
•    Practicar matemáticas. Las matemáticas constituyen una de las asignaturas más temidas por los niños, por ser una de las más difíciles. Los juegos son especialmente interesantes en este caso para facilitar su aprendizaje. Desde aprender los números a las raíces cuadradas o las fracciones, cuya comprensión se puede mejorar mediante vídeos. El INTEF plantea ProblemáTICas Primaria, que se basa en la resolución de problemas y da prioridad, entre otros aspectos, al razonamiento y la creatividad.
•    Competencia digital. El manejo de los ordenadores es hoy en día casi una necesidad. La alfabetización digital es una seña de identidad de los menores, que cada vez emplean más Internet en su día a día. Hay juegos para aprender a manejar el ratón (planteado para alumnos de Infantil), mientras que “El mundo de Fantasmín” pretende facilitar la asimilación de contenidos curriculares a través de varias pruebas que debe superar el estudiante.
•    Acercamiento a la cultura y al arte. La expresión artística es un aspecto que se trabaja con los niños desde la guardería. Desde pequeños, se les anima a expresarse a través de los dibujos. La música y la plástica tienen un aliado en “Proyecto Primartis”, que busca “el desarrollo de las facultades creativas y el aprendizaje de conceptos básicos de ambas disciplinas” por parte de los menores.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Cómo conseguir que nuestros hij@s hagan los deberes solos.


niña pizarra sumas Cómo conseguir que haga los deberes escolares solo

1. POR QUÉ SE PRODUCE
Este problema se puede producir por alguna o varias de las siguientes circunstancias:
a. Se ha creado un hábito
El niño se ha acostumbrado a realizar los deberes con su madre (o con otro adulto) y se ha establecido el hábito de hacer los deberes acompañado, explicándole las instrucciones de lo que tiene que hacer y se confirme si la tarea está bien hecha o no.
b. Dependencia
Además se ha creado una dependencia del adulto: no es capaz de afrontar las tareas por sí mismo.  El niño suele expresar rápidamente que no entiende o no sabe lo que tiene que hacer. Normalmente cuando tiene que hacer un ejercicio pregunta directamente : ¿Qué hay que hacer? De esta forma no intenta buscar soluciones o alternativas para resolver lo que le están pidiendo.
Por otro lado, necesita que papá o mamá le confirmen que está haciendo lo correcto. Si lo hace solo no sabe evaluar su propia realización
c. Dificultades de aprendizaje
En otros casos el problema se agrava si hay dificultades de aprendizaje. Por diferentes motivos el niño o la niña no sabe realizar las tareas porque no las ha aprendido, no dispone de conocimientos previos o  se encuentra tan retrasada en el aprendizaje que es incapaz de afrontarlas.
Imagínese el caso que estamos presentando de 8 años que tiene que leer un texto y realizar unas tareas de comprensión, pero su nivel de comprensión lectora apenas llega a comprender oraciones sencillas: no está en condiciones de afrontar la tarea que se le pide. Muchos niños tienen tales lagunas y retrasos en los conocimientos previos necesarios que no están en condiciones de afrontar los aprendizajes que se le proponen.
No disponer un cierto vocabulario, comprensión lectora o razonamiento matemático le impide afrontar muchas materias.
d. Se refuerza una conducta inadecuada
Al realizar las actividades con la ayuda de su madre o padre, estárecibiendo una atención especial: los adultos están centrados totalmente en lo que está haciendo. Recibir atención de forma exclusiva siempre es reforzante para los chicos y contribuye a que esa conducta se mantenga en el tiempo.
El comportamiento que se quiere corregir (estudiar con ayuda de un adulto) obtiene un “premio”: la atención exclusiva de sus padres, que hace que ese comportamiento se afiance más.
2. QUÉ HABRÍA DE LOGRAR
Es posible que muchas familias no hagan de esta situación un problema, es más, vean adecuado trabajar con sus hijos. En este caso, no hay nada que afrontar.
Sin embargo, desde un punto de vista educativo parece que lo más adecuado es que el niño crezca en autonomía personal y sea capaz de afrontar los deberes escolares por sí mismo sin una dependencia de sus padres, aunque le pidan ayuda de vez en cuando.
Depender de los adultos para realizar los deberes tiene el inconveniente de cualquier dependencia. Entre otras cosas que en determinadas situaciones, como los exámenes, no contarán con esa ayuda y los resultados no serán positivos.
3. ANTES DE AFRONTARLO
Antes de intentar modificar este comportamiento es necesario tener presente dos situaciones:
a. Estar dispuesto a cambiar la situación
En primer lugar los padres tienen que estar dispuestos a hacerlo, puedan llevarlo a cabo y tengan la determinación de adoptar las medidas. Algunas familias no lo están  por razones que ahora no voy a entrar. En otros casos, estarían dispuestos pero no disponen del tiempo o la paciencia para llevarlo a cabo. Y en otros casos no existe la determinación: saben que van a ceder, que no van a ser constantes …
En cualquiera de los tres casos es mejor ni siquiera  intentar nada de lo que os propongo. Ya lo afrontaréis cuando podáis o queráis. Peroamagar” suele empeorar las cosas y hacer más complicado volver a intentarlo.
b. Si hay dificultades de aprendizaje
Si una de las causas es que el niño o la niña tiene dificultades de aprendizaje, lo importante no es cambiar este hábito sino afrontar las dificultades.
Pueden recibir un refuerzo o apoyo escolar en el colegio, la ayuda de un profesor particular o en este caso, de los propios padres.
En casos más graves, el niño o la niña necesite que la enseñanza se le adapte y se le propongan objetivos y contenidos que puedan estar a su alcance.
Los más indicados para saber si el niño tiene dificultades de aprendizaje son sus propios profesores: tened muy en cuenta su opinión.
4. CÓMO CONSEGUIRLO
Los pasos a seguir serían los siguientes:
1º. Explicarle la situación
A partir de los 7 u 8 años los niños y niñas deberían hacer los deberes solos. Si se quiere conseguir que lo hagan les explicaréis previamente lo que se pretende y los motivos por los que debe ser autónomo en este aspecto. Aunque parezca que no tiene importancia, que los niños sepan lo que se pretende y las razones, es fundamental para que se sientan implicados y dispuestos a hacerlo
Se lo ofreceréis como un privilegio, no como un castigo o una consecuencia negativa.
2º. Marcar un tiempo de principio y fin
El tiempo dedicado a los deberes tiene que ser limitado: con principio y fin. Muchas familias pasan horas durante la tarde y el tiempo de los deberes concluye cuando estos se acaban. Suele ser un error ya que en estos casos se pierde muchísimo tiempo.
Mejor avisar que a determinada hora se termina y si los deberes no están terminados, al día siguiente intentará aprovechar más el tiempo.
En estos casos se puede avisar a sus profesores de que durante unos días se está llevando a cabo este “tratamiento”
3º. Estar con él en la mesa
Durante los primeros cinco días aproximadamente, los padres pueden estar sentados en la misma mesa que él, a cierta distancia, pero sin implicarse en la tarea. Es decir, no le leerán las instrucciones ni le explicarán lo que tiene que hacer.  Tendrá que esforzarse por entender lo que se le pide o buscar una forma de solucionar por sí mismo las tareas.
Cuando falten unos minutos para terminar podrá explicarle algunas dudas, pero será algo muy puntual. No pasa nada porque no lleve los ejercicios sin hacer, en ese caso se le dirá al niño que explique a su profesor que no sabía qué hacer. Es mejor que el profesor sepa que no sabe hacerlos que llevarlos hechos, pero en realidad sin dominar la tarea.
4º. En la misma habitación pero alejados
En una segunda fase, se puede permanecer en la misma habitación que el niño, pero sentado en otro lugar. Por ejemplo, el niño o la niña trabaja en la mesa del comedor y mamá o papá está sentado en el sofá leyendo un libro. Esto se puede seguir durante otros cinco días aproximadamente.
5º. Trabajar en solitario
En la última fase  el niño trabajará ya solo en su mesa y habitación. Al principio los padres pueden estar  presentes pero abandonarán de vez en cuando la sala en la que esté haciendo los deberes. Más adelante estará solo desde el primer al último momento.
6º. Reforzar
Es muy importante reforzar la conducta adecuada, no la inadecuada. Eso implica “sorprenderlo” cuando esté trabajando solo, dar muestras de satisfacción por las tareas que sabe afrontar sin ayuda, valorarle y reconocerle que sepa buscar soluciones por sí mismo.
Al principio será costoso, no os lo niego, pero ¿qué queremos? ¿Que su hijo “cumpla el expediente” de llevar los deberes hechos (en su mayoría por los padres) al colegio o que su hijo sea autónomo y sepa solucionar la primera responsabilidad seria de su vida, los estudios?
Espero que estas pautas os ayuden en vuestra labor educativa y también vuestras opiniones

martes, 16 de octubre de 2012

Qué hacer cuando los niños dicen paabrotas


Las palabrotas han entrado en la jerga común, ya no escandalizan a casi nadie y menos a los niños, que no son conscientes de lo que significan.

palabrotas Cómo actuar cuando el niño dice palabrotas
A pesar de esto, el hecho de oír a un hijo decir palabrotas continuamente perturba a la mayoría de los padres. En caso de que esta actitud resulte preocupante, conviene intervenir.
A los niños les gusta decir palabrotas porque les permite degustar la transgresión que, desde que el mundo es mundo, desata la fascinación del ser humano. Por este motivo, muchos expertos consideran que la mejor manera de atajar la pronunciación de estos términos groseros es mostrar la máxima indiferencia cada vez que se produzcan. De hecho, existe la hipótesis de que el niño dice palabrotas de cara a la galería, por lo que es razonable imaginar que, al no obtener el efecto deseado, podría desistir. Por este motivo, al principio, puede ser aconsejable tomar este camino.
Por otro lado, también se le puede explicar de forma clara, sencilla y accesible que a papá y a mamá no les gusta que pronuncie estas palabras tan feas, y que tampoco les agrada que las digan los demás. Se le ha de demostrar, además, que hay otras maneras de manifestar su enfado o asombro, utilizando expresiones menos desagradables.
Si, a pesar de estas advertencias, su actitud no cambia, no hay que enfadarse ni reñirle. Simplemente, se le debe ignorar cuando digapalabrotas, porque, si el niño comprueba que a los adultos les afecta demasiado que las diga, puede utilizarlas a modo de chantaje.
Dice palabrotas: Así debes actuar

A esta edad, es normal que el niño diga, de vez en cuando, alguna palabrota. Sin embargo, si queremos que esto no se convierta en una costumbre, debemos actuar de la siguiente manera:

• Evita reír o sonreír cuando el niño diga una palabrota. Es una reacción que invita a que la repita.
• No regañes al niño demasiado, pues puede asociar la palabrota con tu atención.
En caso de que las palabras sean fuertes o puedan provocar problemas de relación social:
• Explícale que esas palabras molestan a los demás.
• Cuando el niño esté presente, nunca comentes con otras personas las palabras que dice.
• Enséñale a disculparse si molesta u ofende a alguien con sus palabras.
• Ofrécele alternativas para expresar su rabia.
niña enfadada2 Cómo actuar cuando el niño dice palabrotas
Dice palabrotas: Los padres han de ser firmes y coherentes
• El niño, que está dotado de antenas sumamente sensibles, capaces de captar la contrariedad más allá del telón de la indiferencia, puede no querer cambiar de actitud, a pesar de los intentos de sus padres.
En este caso, sobre todo si sus palabrotas resultan intolerables o, en cualquier caso, crean situaciones especialmente embarazosas con los extraños, es aconsejable pasar a actitudes más duras. Éstas consisten, simplemente, en imponerle, como regla base, que no se puede transgredir en ningún caso el control del lenguaje.
 Con tono firme y decidido, se le puede decir que las palabrotas que él pronuncia molestan a los demás y que, por lo tanto, debe dejar de decirlas. Los padres han de transmitirle el mensaje de que su libertad (como la de todos nosotros) termina donde empieza la de los demás, y que hacer una cosa desagradable para las personas que le rodean está terminantemente prohibido.
Sin embargo, si se opta por esta actitud, hay que ser coherentes después. Cada palabrota del niño debe censurarse al menos diciendo al niño un “no y los padres, a su vez, deben controlar todos los términos que utilizan. También en este caso, el ejemplo constituye una gran ayuda.
• No obstante, si el niño no deja de decir palabrotas o si la frecuencia de las mismas es excesiva, puede ser que necesite llamar la atención. Lospadres deberían plantearse si le brindan verdaderamente esa atención o si son muy estrictos con él.
Dice palabrotas: “Tú también lo has dicho”
Los niños que suelen decir muchas palabrotas, en el momento en que se les regaña, son especialistas en subrayar que papá o mamá también las dicen (o las han dicho).
Ante una “acusación” semejante, los padres pueden sentirse entre la espada y la pared, y no saber muy bien cómo comportarse. Sin embargo, existe una solución muy sencilla: el padre o la madre puede decir que se arrepiente mucho de haberlo hecho y que en el futuro intentará controlarse. Así, el niño aprenderá que sus padres no son infalibles y que todos nos podemos equivocar, pero que lo importante es darse cuenta de ello, saber pedir perdón e intentar no cometer los mismos errores en el futuro.

¿ de qué depende el éxito escolar de nuestros hij@s?


El éxito escolar nace en la familia, según los expertos

estudiando 644x3621 Tres pautas básicas para rendir estudiando
¿Qué podemos hacer desde la familia para luchar contra los malos resultados de los alumnos españoles en el Informe Pisa? Mucho. Aunque debería ser una combinación ideal de esfuerzos entre la familia, el niño y la escuela, la actitud de los padres es más importante en las notas de los hijos de lo que en un principio pueda parecer. Esa es la idea que Yolanda Cardona trabaja en su libro «¿Quién educa a mi hijo?», y del cual extraemos las siguientes pautas de estudio para ayudar a nuestros hijos a rendir mejor en los estudios:
1. HACER AGRADABLE EL ESTUDIO:
Esto significa anirmalos con comentarios como: «¿Qué toca hoy?, si puedo te echo una mano…», «no tendrás interrupciones», «aprovecha ahora que tienes el ordenador libre por si has de buscar algo por internet…». Nunca haremos comentarios que desprestigien la autoridad del profesor como, por ejemplo, «esos profesores te ponen demasiados deberes», o bien que preocupen a nuestro estudiante: «¡Mira cómo trabajan tus padres para pagarte un buen colegio!». Si ha de realizar algún trabajo, procuraremos que nuestro hijo no sea adicto al cortar y pegar, sino que la lectura sea instructiva y sirva para adquirir conocimientos. «Aunque los estudiantes que leen ficción tienen más probabilidades de lograr una puntuación alta, son los estudiantes que leen una gran variedad de materiales los que consiguen hacerlo realmente bien», dice textualmente el informe PISA. Es un consuelo saber que el fracaso escolar no se debe a la utilización que hacen de las redes sociales; sin embargo, conviene que en casa establezcamos un horario para la comunicación en la red con sus amigos, que sea distinto del tiempo de estudio, igual que hacemos con alguna actividad extraescolar y con algún deporte que practique.
2. DISPONER DE UN ESPACIO ADECUADO.
Hay que intentar disponer de un espacio en el hogar para el estudio de nuestros hijos, que siempre sea el mismo. Sin música, sin ruidos, sin iluminación; a la vez, como cada uno es diferente, debemos distinguir al que sabe estar concentrado durante mukcho tiempo del que necesita hacer pausas de descanso y reanudar los deberes o el estudio. En las familias con pisos pequeños, se puede arreglar un espacio para estudiar, aunque sea la mesa de la cocina o del comedor, con la única condición de establecer un horario par ano tener que cenar con los libros ocupando la mesa. Para no dispersarlos, no podemos interrumpirlos a cada momento. Lo que sí podemos hacer es preguntarles lo que han memorizado; de esa forma sabremos si han aprendido a resumir y sintetizar, y si han reflexionado sobre lo que están estudiando. Sería ideal que no tuvieran el ordenador abierto mientras estudian, a no ser que estén buscando en la red algún documento relacionado con el estudio. Cuando nuestro hijo lee detenidamente, aprende. Concentrarse en el estudio es una tarea que los padres tenemos que facilitar. Nuestro hijo necesita su rincón.
3. APOYAR A LOS PROFESORES.
Escuchemos y secundemos lo que nos dicen los profesores sobre nuestro hijo. Si no supiéramos la versión del colegio podríamos dejar de lado a aquel hijo o hija que, con más dificultades, necesita más tiempo para aprender y, por tanto, más atención de nuestra parte y —en caso necesario—, de profesores o especialistas del lenguaje; incluso puede suceder que otro con más facilidad para el estudiar se convierta en perezoso por no realizar ningún esfuerzo.

A estudiar se aprende estudiando

  • Orientémosle en los deberes de casa, pero dejemos que sea él quien los resuelva
  • En las calificaciones escolares, procuremos fijarnos más en el esfuerzo que en las calificaciones de nuestro hijo para obtener mejores resultados.
  • Cuando el alumno está motivado y es valorado por su familia y por su profesor, responde mejor a todas las tareas escolares.
  • Las motivaciones que demos a nuestro hijo deben ser menos materialistas y más fundamentales, como recibir la gratificación por el trabajo bien hecho y aumentar así su propia autoestima.
  • Estimular en el interés por el estudio y secundar lo que pide en el colegio.
  • Nuestro hijo necesita una amplia cultura para tener más medios para ser más libres; la ignorancia es mala consejera, porque coarta su capacidad de elección.
Fuente: ABC


sábado, 13 de octubre de 2012

El niñ@ debe aprender a tolerar la frustracción



La sobreprotección y el exceso de permisividad impiden al niño aprender a tolerar la frustración. En la vida real hay situaciones buenas y de éxito, pero también las hay malas y de fracaso. El niño tiene que aprender a tolerar su frustración y las circunstancias problemáticas para poder enfrentarse de adulto a las situaciones adversas. Para que lo logre de forma natural, los padres deben evitar la sobreprotección y no abusar de la permisividad. Con el fin de poder llevar estas premisas a la práctica, existen siete pasos para enseñar a los hijos a enfrentarse al fracaso, que se detallan a continuación.
shutterstock 71705572 300x199 Siete pasos para enseñar al niño a enfrentarse al fracaso
¡No puedo hacerlo!, ¡lo quiero ya!, ¡así no! Estas exclamaciones son habituales en los niños que están acostumbrados a no aceptar un no por respuesta y que son incapaces de asumir una frustración o un fracaso en cualquiera de las facetas de su rutina diaria. Muchos padres intentan por todos los medios suprimir o mitigar las fuentes que causan frustración en el niño y terminan por convertir cualquiera de sus fracasos en un nuevo éxito.
Según los especialistas, intentar complacer a los pequeños en todo y evitar que se sientan frustrados ante cualquier situación no es un buen camino para su desarrollo integral como persona, ya que de adultos deberán enfrentarse a circunstancias tanto de éxito como de fracaso. Los psicoterapeutas estadounidenses Dollard y Miller formularon en el siglo pasado su hipótesis de la frustración-agresión, según la cual la agresión es una respuesta frecuente a la frustración. Esta teoría defiende que, si no se enseña al niño a aceptar los fracasos, es posible que el pequeño desarrolle una actitud agresiva reincidente.
Aceptar los fracasos y las situaciones adversas requiere un aprendizaje por parte de los pequeños que los padres pueden enseñar mediante una serie de consejos.
1. No darle todo hecho: si se le facilita todo al niño y no se le permite hacer las cosas por sí mismo, es difícil que pueda equivocarse y aprender, así, a enfrentarse al fracaso.
2. No ceder ante sus rabietas: las situaciones frustrantes derivan en muchos casos en berrinches y rabietas. Si los padres ceden ante ellas, el pequeño aprenderá que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas.
3. Ser ejemplo para los hijos: la actitud positiva de los padres a la hora de afrontar las dificultades es el mejor ejemplo para que sus hijos aprendan a solventar sus problemas.
4. Educarle en el esfuerzo: es necesario enseñar al niño que es necesario esforzarse; así aprenderá que el esfuerzo es, en muchas ocasiones, la mejor vía para resolver algunos de sus fracasos.
5. Marcarle objetivos razonables: hay que enseñar al niño a tolerar la frustración poniéndole objetivos realistas, pero sin exigirle que se enfrente a situaciones que, por su edad o madurez, sea incapaz de afrontar.
6. Convertir la frustración en aprendizaje: las situaciones problemáticas son una excelente oportunidad para que el pequeño aprenda cosas nuevas y las retenga. De esta forma, podrá afrontar por sí mismo el problema cuando vuelva a presentarse.
7. Enseñarle a ser perseverante: la perseverancia es esencial para superar situaciones adversas. Si el niño aprende que siendo constante puede solucionar muchos de sus problemas, sabrá controlar su frustración en otras ocasiones.
Una de las principales causas de la poca tolerancia de los niños a la frustración, y de su incapacidad para enfrentarse al fracaso, es el exceso de protección por parte de sus padres.
Según el modelo de perfiles educativos definido por los psicólogos Ángela Magaz y Manuel García, el padre sobreprotector intenta evitar que el niño realice actividades que él considera arriesgadas, peligrosas o molestas. Tiende a dárselo todo hecho y piensa que el pequeño es débil, ignorante e inexperto y, por eso, hay que proporcionarle la mayor ayuda posible, así como evitarle cualquier problema, dolor o inconveniente. Por tanto, la sobreprotección inhibe la capacidad del niño para afrontar el fracaso, puesto que no permite que se produzca.
En otras ocasiones, el abuso de la permisividad por parte del padre agudiza la baja competencia de los niños para hacer frente a los problemas. Esta conducta permisiva se manifiesta con frecuencia en ceder ante cualquier requerimiento del pequeño, de modo que este siempre consigue lo que quiere y nunca se enfrenta a situaciones negativas, problemáticas o frustrantes para él.
Tanto por sobreprotección como por exceso de permisividad, la falta de capacidad del niño para aceptar el fracaso deriva, por lo general, en claros signos de incompetencia para resolver los problemas cuando son más mayores, así como en un alto grado de dependencia de los demás.

viernes, 12 de octubre de 2012

Los niños aprenden haciendo.

La importancia de la creatividad y del cambio de la concepción de la escuela tradicional a la escuela nueva en un video.
Pincha aquí

jueves, 11 de octubre de 2012

Razones por las que es importante que los niños y adolescentes practiquen deporte.


Aumenta su autoestima, evita su sedentarismo, aprenden el valor del esfuerzo, les ayuda a socializarse… ¿por qué no practicarlo?


niños deporte balones 300x200 10 razones por las que los niños y los adolescentes deben hacer deporte
Desde el Hospital Universitario Niño Jesús explican los motivos por los beneficios del deporte en los pequeños de la casa:
1. La práctica habitual de ejercicio físico moderado contribuye al mantenimiento de un buen estado general de salud y ayuda a estar bien, sentirse sano y tener vitalidad, facilitando el buen funcionamiento de los diferentes órganos y sistemas del cuerpo.
Con su práctica habitual se entrena el corazón, el sistema respiratorio, óseo y sanguíneo y se favorece el mantenimiento de un buen estado de ánimo, más fuerte para afrontar los problemas y contratiempos del día a día.
2.Como herramienta en el ámbito de la prevención, el ejercicio físico diario moderado ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, también en el caso de los niños y de los adolescentes. Se considera fundamental evitar el sedentarismo y fomentar la realización de los trayectos cortos, caminando o paseando.
3.El ejercicio físico moderado puede ayudarnos a descansar y conseguir una mejor calidad del sueño. Favorece la relajación y la descarga de la tensión y nervios que a menudo acumulan entre semana, tanto los adultos como los niños y los adolescentes;
Descansar, por lo tanto no tiene porque ser solo sinónimo de tardes de sofá; cambiar de actividad, introduciendo algún deporte, ayuda al descanso físico y psicológico.
4.Los niños a través del deporte pueden darse cuenta del valor y de las recompensas del esfuerzo continuo y del entrenamiento a medio y largo plazo.
5.Aprenden que conseguir objetivos requiere una etapa de aprendizaje, sacrificios y esfuerzo, y se les ayuda a entender que no todo es inmediato, ni fácil de conseguir. Aprenden también que hay batallas que se pierden, y hay que ser fuerte para poder afrontarlo y conocen de primera mano el buen sabor de los triunfos conseguidos. Es una manera de ayudar a los niños que tienen poca tolerancia a la frustración
6.Los deportes en equipo fomentan la socialización y ayudan al niño a compartir triunfos y derrotas y a disfrutar de los sentimientos intrínsecos a formar parte de un equipo, a ganar y a perder y ayudarse en equipo para conseguir un objetivo común.
7.Con la práctica ejercicio físico con la familia y los amigos se enseña a los niños una forma de divertirse y pasarlo bien, una alternativa más al amplio abanico de posibilidades de ocio.
El deporte ofrece la posibilidad de introducir a los niños a los adolescentes en una alternativa de ocio sana, que pueden compartir con la familia y también con los amigos.
Sobretodo durante la infancia, el ocio deportivo puede ser un punto de encuentro más entre padres e hijos, que pueden sentirse orgullosos por compartir aficiones con sus padres.
A los niños y a los adolescentes, igual que a los adultos, hacer deporte al aire libre y hacer un poco de deporte en familia y/o en grupo les ayuda a descansar y volver a su día a día con más fuerza y ánimo.
8.Hacer deporte en equipo puede ser un canal más para mejorar la autoestima de niños y adolescentes que por su cuerpo pueden tener problemas de integración, por sentirse demasiado altos o bajos, o gordos o delgados.
Son sensaciones que pueden llevarse mejor cuando se sienten ágiles y con capacidad para controlar su cuerpo y cuando se sienten seguro e integrados en la práctica de un deporte, de forma normalizada.
9. La sensación de bienestar inmediato que produce el ejercicio físico se debe a la liberación de las endorfinas, las hormonas encargadas de facilitar y generar sensación de bienestar y vitalidad que ayuda a enfrentarse a los problemas con mayor energía. Esta sensación responde a una explicación bioquímica que ocurre cada vez que el cuerpo se realiza ejercicio físico.
10. El ocio deportivo previene el exceso de tiempo dedicado a alternativas lúdicas sedentarias y pasivas. Son muchas las alternativas de ocio fáciles y cómodas que no suponen ningún tipo de actividad física, ni motivación, ni estimulación para los niños y que realizadas de forma exclusiva, y sin alternar con otras actividades, pueden facilitar el desencadenamiento de problemas de salud.
Para no caer en la tentación de una sedentaria lo mejor es planificar de antemano, organizar con un poco de tiempo e impedir así que la pereza lleve a la alternativa más cómoda y a menudo muy poco saludable.

Cómo ayudar a los niños a la hora de los deberes


Como podemos ayudar a los niños y niñas a que hagan sus deberes, a que se motiven con ellos y  no dediquen demasiado tiempo.

niño en clase 300x200 Los deberes: Cómo podemos ayudar a los niños y niñas
Los deberes son necesarios para fijar en la mente los contenidos aprendidos durante el día en clase.

PAUTAS

1. Explica al niño porque es importante que haga sus deberes. Hazle saber que para aprender las cosas tenemos que esforzarnos, si  practicamos los conocimientos que aprendemos en clase, los dominaremos con facilidad.
2. Desde una edad temprana fomenta que el niño adquiera habito de estudio. Procura que se siente en su silla y su mesa sin distracciones durante periodos de tiempo, para hacer alguna cosa (un dibujo, lecturas, tareas escolares)
3. Establece una hora y lugar para hacer los deberes. Lo adecuado sería un rato después de salir del colegio, dándole un tiempo para descansar y sin que se haga demasiado tarde, y en la habitación del niño donde tendrá su mesa y su silla sin distractores. De esta forma las tareas escolares se convierten en una rutina y el niño las acepta como parte de la rutina diaria.
4. Antes de comenzar, ayuda al niño a que planifique sus tareas, para que luego no le ocupe mas tiempo de lo deseado. En un principio ayuda al niño, mas adelante debe ir haciéndolo solo sin guía.
niños en clase 2 300x225 Los deberes: Cómo podemos ayudar a los niños y niñas
5. Ayuda al niño, pero déjale autonomía. Puedes guiarle pero tiene que ser el mismo el que haga sus deberes, dale consejos, guíale para que piense (usa las preguntas), pero no le des la respuesta. Revisa que los haya hecho pero no los corrijas, en cualquier caso haz que se autocorrija (puedes decirle revisa esto que hay algún fallo)
6. Refuerza las cosas que haga bien y en un tiempo adecuado. Busca lo positivo y evita las criticas, para que esta actividad no se convierta en un motivo de discusión , de manera que el niño lo vea de antemano como algo negativo. Anímale y no le critiques.
7. Si son demasiadas tareas o estas requieren mucho esfuerzo, establece tiempos de descanso, para que el niño no se sature.
8. Fomenta el desarrollo de la responsabilidad y autonomía del  niño . Premia su dedicación, su esfuerzo y compromiso, utiliza premios no materiales, como ir al cine el fin de semana, dale un postre que le guste, etc.….