Nos quejamos continuamente de las actitudes y conductas que muestran nuestros alumnos e hijos y no nos paramos a pensar, en nuestra vida ansiosa y contrareloj, de las posibles causas que llevan a nuestros niños y adolescentes a comportarse de esta extraña y antinatural manera de ser.El documento que hoy adjunto intenta darnos pistas sobre la influencia, casi siempre negativa, que ejerce la televisión sobre las personas, en especial tratamiento a niños y jóvenes. Como educadores; maestros y padres, nos preocupan aquellas cosas que impiden un correcto desarrollo de nuestros alumnos e hijos. No obstante, no somos conscientes de que en muchos de los casos tenemos el enemigo instalado en nuestro comedor o en muchas de nuestras habitaciones de nuestro querido hogar.
Os recomiendo su lectura pues es muy clarificador y orientará nuestra acción a la hora de educar y hacer felices a nuestros hijos y alumnos.
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